Un enorme león de 227 kilos ha entablado una amistad improbable con alguien mucho, mucho más pequeño que él: un pequeño perro salchicha. Esta amistad extremadamente inusual (o tal vez nunca antes vista) muestra un vínculo que desafía el tamaño, la especie y el instinto.
El león, llamado Bonedigger , y Milo , el perro salchicha, se conocieron en un refugio de vida silvestre. Desde el momento en que los presentaron, hubo una conexión instantánea.
A pesar de la diferencia de tamaño, Milo nunca se dejó intimidar por la enorme estatura de Bonedigger. En cambio, le dio la bienvenida al león con las patas abiertas y el resto es historia. Bonedigger, por su parte, nunca ha mostrado ningún tipo de agresividad, porque todos sabemos que, técnicamente, Milo podría ser tragado en un segundo.
Bonedigger sufre una enfermedad ósea metabólica que le provoca una discapacidad que le afecta una pata, una condición que podría haber sido mortal en la naturaleza. Esta discapacidad, que afecta su movilidad y fuerza, ha hecho de Milo no solo un amigo, sino un compañero vital en su vida diaria, brindándole el apoyo y la compañía que necesita.
En la naturaleza, un león con una discapacidad como la de Bonedigger se enfrentaría a enormes desafíos. Su pata desfigurada dificultaría la caza y la defensa, lo que probablemente le impediría sobrevivir en la dura sabana.
Sin embargo, en la seguridad del santuario, Bonedigger puede vivir una vida plena con la ayuda de sus cuidadores y, por supuesto, su mejor amigo, Milo.
Los días de Milo y Bonedigger están llenos de actividades que reflejan su profundo vínculo. A menudo se los ve jugando juntos, con Milo corriendo sin miedo alrededor de Bonedigger, quien interactúa gentilmente con su pequeño amigo. También les encanta compartir una buena comida de carne juntos, aunque, por supuesto, Bonedigger come mucho más que Milo.
Por la noche, la singularidad de su relación se hace aún más evidente. Milo suele dormir encima de Bonedigger. En otras palabras, ¡parece imposible que se cansen el uno del otro!
Los intentos de separarlos, aunque sea momentáneamente, se topan con una clara desaprobación por parte de ambos. Su conexión emocional es tan profunda que sus cuidadores ni siquiera intentan separarlos, pues comprenden el estrés que esto les causa.
¿Los perros y los grandes felinos generalmente se llevan bien?
Si bien la amistad entre Milo y Bonedigger es excepcional, no es del todo única. Los perros y los grandes felinos pueden formar vínculos, especialmente cuando se crían juntos desde una edad temprana. Estas relaciones son más probables en entornos controlados como los santuarios, donde se eliminan las presiones de supervivencia.